En consecuencia, la ECU de gas actúa como un elemento "slave" (esclavo) en comparación con la ECU de gasolina original del vehículo (elemento "master"), sin inducir ninguna señal perturbadora en la entrada de la ECU de gasolina, lo que podría alterar su funcionamiento.

Gracias a este principio operativo, la ECU de gas garantiza que solo se use la cantidad de gas estrictamente necesaria para constituir el volumen de combustible que se inyectará en los colectores de admisión. Esto, así como la posición de los accesorios de inyección inmediatamente aguas arriba de las válvulas de admisión, evitan efectivamente la acumulación de gas en los colectores, evitando cualquier peligro de deflagración y el daño que resultaría.

En consecuencia, durante la conmutación, la apertura de las válvulas solenoides permite que el gas presurizado fluya desde el tanque al reductor de presión. En el reductor de presión, la presión del gas se reduce al valor óptimo para alimentar el motor .
El gas de baja presión que sale del reductor se envía a los inyectores de gas que, controlados por la ECU de gas, determinan la dosis de combustible que llega al motor.
La cantidad ingresada de gas, en cada condición específica, es calculada por la ECU de gas que, procesando los tiempos de inyección de la ECU de gasolina, genera los comandos para abrir los inyectores.
La ECU de gas memoriza el modo de alimentación del motor definido por el usuario con el conmutador .
El último modo de alimentación del motor (gas o gasolina) se mantiene incluso después el apagado del motor y se repite en el siguiente arranque.
En cualquier caso, el motor siempre arranca con gasolina.